UBA y Sociedad
Por iniciativa de los estudiantes

DESARROLLO DE HUERTAS COMUNITARIAS EN BARRIOS VULNERABLES

lunes 9 de junio de 2025

La Facultad de Agronomía lleva adelante un proyecto comunitario en el barrio de Cildañez donde también se desarrollan charlas, capacitaciones e instancias donde los vecinos visitan la Facultad y participan de actividades de divulgación. 

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Huertas comunitarias

La Facultad de Agronomía (FAUBA) lleva a cabo el proyecto “Huertas comunitarias y agroecológicas en barrios vulnerables” que cuenta con la dirección y codirección de Gabriel H. Rua y Patricia B. Lombardo respectivamente.

Rua, profesor Titular de la Cátedra de Botánica Sistemática, cuenta que “el proyecto se inició a partir de una propuesta de un grupo de estudiantes quienes tenían la idea de desarrollar huertas comunitarias en diferentes barrios vulnerables de la Ciudad de Buenos Aires”.

Pero la pandemia de COVID-19 cambió todo. Primero deteniendo el proyecto, poniéndolo en pausa. Segundo, modificando los espacios previstos de intervención, por lo cual “el proyecto se inició con una especie de prueba piloto en Devoto, en un Centro de Juventudes, y luego seguimos en Cildañez donde ya llevamos tres años con la práctica”, explica Rua.

¿Sobre qué aspectos trabajan? Nadine Mahmoud, estudiante de la carrera de Licenciatura en Ciencias Ambientales, cuenta que “en un principio, nos integramos al territorio y su comunidad a través de organizaciones del barrio y, en ese marco, surgieron diferentes jornadas: Para jubilados, para infancias, sobre alimentación saludable y nutrición. Al comienzo, fuimos divulgadoras, haciendo que corra la voz, volanteando hasta que se fueron acercando más y más personas”

La participación en las primeras experiencias resultó significativa. Nadine explica que “Cildañez es un barrio donde gran parte de la gente trabaja los sábados por la mañana, momento en el que hacemos las prácticas. Aún así hemos logrado conformar un grupo fijo de personas con las cuales nos reunimos periódicamente y hasta formamos un grupo de WhatsApp de vecinos y vecinas, donde conversamos sobre temas de la huerta. Estamos conformes porque logramos un alto nivel de participación, manteniendo el sentido comunitario del proyecto, y dando libertad a cada persona para que vaya cuando pueda y haga su aporte, no importa la dimensión del mismo”.

¿En qué aspectos intervinieron? Nadine cuenta que “revitalizamos la huerta del boulevard en Cildañez que había quedado descuidada en la pandemia. La restauramos, armamos bancales. También procuramos que los vecinos puedan adquirir conocimientos de cómo cultivar sus propios alimentos, algunos de los cuales servirán como alimento familiar y otros serán destinados a la olla popular del barrio, con lo cual se va generando una instancia de intercambio entre los mismos vecinos”

Camila Mendoza, estudiante de la carrera de Agronomía, recalca que “se generó un lazo tan fuerte con la gente del barrio que, también, están participando de actividades que se realizan en la Facultad participando de stands, compartiendo sus experiencias, intercambiando ideas con otras organizaciones sociales, escuchando a profesores”.

Teniendo en cuenta que la práctica surgió por iniciativa de los estudiantes es interesante saber qué repercusión tuvo entre sus compañeros y compañeras. Camila dice “poner en juego los conocimientos que aprendimos de las distintas materias que cursamos, trabajar en el territorio, intercambiar saberes y aprendizajes, conocerse con el otro, son diferentes instancias que nos van formando como profesionales. Es darnos cuenta de que nos enfrentaremos con un montón de desafíos, que no todo será sencillo”.

“Nuestros compañeros se dan cuenta de la importancia que tiene su rol profesional en la sociedad, que tienen la posibilidad de articular conocimientos con un servicio a la sociedad. Es realmente motivante“, agrega Camila.

Nadine sostiene que “quienes participamos tratamos de devolver un poco, desde la universidad pública, que nos está formando, a esa sociedad que nos sostiene”.

“Teníamos la necesidad, como estudiantes, de llegar a un barrio en el cual estamos al lado de gente a la que, quizás, no se puede llegar de otra manera. La huerta fue la excusa perfecta para poder acercarnos” asiente Camila.

Nadine remarca que “los vecinos nos recibieron bien porque la práctica no está pensada como un asistencialismo, sino como una construcción colectiva desde la facultad, los estudiantes, los docentes, la gente del barrio, de manera integral y participativa”.

“Es clave entender, afirma Rua, que no se trata exclusivamente de la huerta, tampoco de la parte técnica sobre cómo cultivar las plantas, cosecharlas y usarlas. Es una instancia para generar un vínculo entre los estudiantes de la universidad y una parte de la sociedad que, generalmente, no tiene mucha conexión con la universidad”.

Rua destaca, también, la financiación del proyecto por parte de la Secretaría de Extensión de la UBA, y que, además, “nos permite imaginar que, algunas personas de Cildañez, cursen alguna de las carreras de la FAUBA para seguir mejorando su barrio y construir una sociedad más igualitaria”.